me tomas por sorpresa,
haces todo un carrusel
que me resta el poco aliento
que la incertidumbre agotó.
Me sumo a la deriva en que
las aves reciben el amanecer:
sin la certeza del nido,
sin la certeza del sol,
sin el sueño obedecer.
Me sumo a la deriva en que
las aves reciben el ocaso:
completo su plumaje,
completa su jornada,
completo su descanso.
Incierto eres,
te deslizas y vuelves,
tu vaivén es peligroso:
cautiva, libera y sana.
Tu vaivén es pligroso:
me pierde, amarra y duele.
Incierto eres,
impredecible siempre.
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