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11.9.11

Corticos IV


Brindo por vos,
con la conciencia perturbada
brindo por la amargura de tu voz,
por cada palabra enterrada.

Brindo con la copa en alto
aunque no así el corazón,
aunque a nadie lo comparto
ni complazco a la razón.

Por la vida que hay y por la que ya no,
por lo perdido, lo ganado y lo no realizado,
por la cicatriz y por la sonrisa
¡Brindo!

1 comentario:

¿A qué te supo?