Páginas

14.5.18

Corticos XII


¡Apunten y disparen!

No hubo tirador más certero
Su excesiva corporalidad
aplasta su diminuta seguridad,
olvidó su pasado costero.

Obsoleta su función natural,
no queda nada a qué aspirar,
nada que se pueda enmendar
desecha el que fuera, de niña, su ideal.

Una máquina de escribir,
la banqueta del solar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿A qué te supo?